viernes, 13 de enero de 2012

Yo, mí, me, conmigo

En las últimas semanas se ha hablado mucho en los medios de desinformación sobre la decisión de la UE de no prorrogar el acuerdo pesquero con Marruecos que permitía a 101 barcos españoles faenar en sus aguas. El acuerdo era el siguiente: la vieja Europa paga 36,1 millones de euros al año a Marruecos para que 119 barcos (101 de ellos españoles) que no pueden pescar en aguas españolas porque las han esquilmado con unas prácticas insostenibles, puedan faenar en aguas del Sáhara Occidental, territorio no autónomo pendiente de descolonización, con el permiso del país que lo ocupa desde hace más de 30 años (con el permiso de occidente) y sin que los saharauís vean un euro o puedan opinar sobre el asunto.

A mí, que nunca dejo de maquinar, esto me ha dado una idea que quiero proponer a nuestros gobernantes, aprovechando el griterío y la indignación que ha provocado el asunto en el colectivo afectado, los pescadores de Barbate, principalmente, y nuestros amados gobernantes, autonómicos y superiores. Dado que a los arquitectos también se nos ha acabado en la piel de toro el recurso que nos daba de comer, la construcción, ¿por qué no pagar a Marruecos un dinerito al año para que los arquitectos españoles podamos ejercer allí, donde tienen ahora gran riqueza en dicho recurso? Podríamos así, seguir con la gran tarea aquí interrumpida por la crisis, a saber, el alicatado con edificios más o menos anodinos de cualquier metro cuadrado, costero o de interior, susceptible de generar euros.

El planteamiento en los medios del problema pesquero es siempre el mismo en España: esto es un tema muy grave, se perderán muchos puestos de trabajo, es una tragedia para el pueblo de Barbate... ¿Sabéis cuántos puestos de trabajo nuevos generó el acuerdo de 2011? Pues 170. ¿Sabéis cuánto dinero generó cada euro invertido? Pues 0,83 euros. Un negociazo, vamos. No dudo que hay gente que lo está pasando mal, que va a perder su medio de vida, y lo siento mucho por ellos, pero ¿nos da esto derecho a esquilmar los recursos de un país sin el permiso de sus habitantes? ¿Tiene sentido mantener un sector que lleva años arrasando con los recursos de los que depende? A los arquitectos nos ha pasado un poco lo mismo, pero a mí no se me ocurre pedirle al gobierno responsabilidades ni ayudas. El sector no se sostiene, pues habrá que dedicarse a otra cosa, habrá que reciclarse.

En España somos muy dados al griterío, a la indignación fácil, a la demagogia. Y los medios son  muy sensibles a ciertos sectores: cuando deja de faenar una centena de barcos, abren el telediario con el asunto; cuando cierran una fábrica de coches con 200 trabajadores, le dedican un reportaje enterito... En este momento hay miles de arquitectos, ingenieros, bioquímicos... en este país que no tienen cómo ganarse la vida, que están repartiendo pizzas, buzoneando o, directamente, emigrando. Y ninguno pide ayudas públicas, ni acuerdos injustos y abusivos con otros países para poder ejercer allí su profesión. De forma callada, discreta, y con mucha imaginación, se están buscando la vida. Sin cortar carreteras, sin ocupar calles, sin molestar a nadie. Quizás otros sectores más vociferantes y gritones, que sólo se miran al ombligo, deberían tomar ejemplo.


Nota: los datos se han tomado de un artículo de Ecologistas en Acción (ver más).

4 comentarios:

  1. Me ha encantao. A ver si me hago un blogspot de estos que hay material por aquí tb.
    Una cuasiarquitecto que no sabe si ejercerá algún día.

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  2. Gracias, anónimo. Me alegro de que te haya gustado. Te animo a que te suscribas al blog, porque voy a seguir escribiendo. En cuanto a lo de ejercer, no te preocupes, un arquitecto puede hacer muchas cosas más que construír acosados. Tenemos que abrir la mente a otras formas de ganarnos la vida, que no tienen por qué ser peores. Ánimo.

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  3. si por cada eur se genera 0,83. que les den la pasta directamente a los pescadores y que monten algún negocio.

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  4. Soy Anónimo. El anónimo del día trece a las 3:14 (juraría que esa no era la hora, jeje). Que en realidad me llamo Clío (llamarse así y decirlo es casi como dar hasta el número de pie, jajajajaja) pero no sabía cómo publicar por aquí. ¿Qué hay que poner en URL? ...Con anónimo no pide ningún requisito.
    Escribo desde la buardilla del "acosado" que mis padres compraron en 1999 sobre plano.
    He dado con tu blog a través de un enlace en una publicación en facebook. Volvía a ver que hay de nuevo.
    Algo tengo en mente sobre a qué me podría dedicar... veremos en unos meses.

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