Es curioso, le he estado dando vueltas al tema durante un par de días, y lo que nos ha pasado con la furgoneta me recuerda un poco a lo que está pasando ahora en España. Se nos ha ido la junta de culata (el sistema financiero), así que no paramos de perder líquido refrigerante (euros), pero nuestros gobernantes, en vez de intentar arreglarla, siguen echando líquido (inyecciones a la banca), que no para de irse por la junta, que no hace su función de cierre hermético del circuito, con lo cual, la temperatura del motor no sólo no disminuye, sino que no para de aumentar (prima de riesgo).
No entiendo mucho de mecánica, pero para la junta de culata hay dos opciones: o se intenta reparar, lo cual no es siempre posible, porque la deformación puede ser grande si se han alcanzado temperaturas muy altas, o se cambia el motor por uno nuevo o en mejor estado. En España llevamos ya cuatro años intentando arreglar la avería, sin éxito. De hecho, la fuga es cada vez mayor y ya no nos queda líquido refrigerante, y seguramente tengamos que pedírselo prestado a los vecinos europeos, que son un tanto reticentes al tema.
El cambio de motor podría ser un poco traumático, pero a la larga nos proporcionaría un vehículo potente y con un futuro prometedor. La pregunta es si nuestros gobernantes serán capaces de ver esto antes de que nos quedemos sin líquido refrigerante y sin dinero para comprar otro motor, aunque sea de segunda mano...
Tweet |
No hay comentarios:
Publicar un comentario