viernes, 2 de diciembre de 2016

Desmemoria histórica

Ya de mayorcito, bien entrado en la veintena, comencé a sospechar que me faltaba información sobre la Guerra Civil. Lo que me habían explicado en el colegio y en el instituto era, básicamente, que la guerra duró tres años y que hubo un bando de los buenos y otro de los malos. Todo aquello había pasado y ya vivíamos en un país democrático y estupendo.

Me acuerdo de que todo lo que sabía de mi abuelo, que fue teniente del ejército republicano, condenado a muerte y luego indultado, lo sabía a través de mi madre. Él nunca hablaba del tema. Y eso que pasó cinco años en la cárcel, después de la guerra.


Foto: Infografía de Txetxu Rubio. El Correo de Andalucía  Leer más: https://www.cgtandalucia.org/blog/5601-Ruta-por-cuatro-campos-de-concentracion-franquistas-de-Sevilla.html Copyright © CGT Andalucia
Infografía de Txetxu Rubio. El Correo de Andalucía
Las películas que había visto sobre el tema, tampoco me aportaron mucho. Recuerdo, sobre todo, La Vaquilla, una película que me encanta, pero que muestra la guerra a través de las gafas de la comedia. Cuando me leí "Homenaje a Cataluña", de George Orwell, comencé a vislumbrar que el episodio de la Guerra Civil no era tan sencillo como me lo habían pintado.

Y ya de talludito, me he ido enterando, con sorpresa, de muchas más cosas, como de la escalofriante realidad de que España es el segundo país del mundo, tras Camboya, en número de desapariciones forzadas, con más de 114.000, que ocurrieron en dicha guerra.

Campo de Las Arenas (La Algaba)
Os cuento esto porque hace poco, haciendo zapping nocturno, me encontré con un documental sobre los campos de concentración que había en Sevilla. Sí, he dicho "campos de concentración". Y sí, leéis bien, en Sevilla. Ya en plena guerra, el ejército franquista comenzó con su política de represión, deteniendo y encarcelando a todo aquél que se oponía, o era sospechoso de hacerlo, al régimen que quería implantar en España. Rápidamente se fueron quedando sin sitio, así que se vieron obligados a construir campos de concentración para alojar a los presos que no cabían en las cárceles. También se fueron dando cuenta, los franquistas, de que se estaban quedando sin mano de obra para las obras públicas, y privadas, que iban necesitando acometer. Y pensaron que en los presos tenían una mano de obra dócil y barata.

En España hubo un total de 188 campos donde se recluyó a medio millón de personas. Andalucía, al ser una de las primeras zonas del país ocupadas por los sublevados, fue una de las regiones con más campos, más de media centena donde estuvieron recluídos unos cien mil presos. Para camuflar lo que no era más que un sistema de trabajadores forzados para la construcción de grandes obras públicas, y también privadas, Franco creó el Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo, que gestionó la creación y el mantenimiento de estos campos. La idea era cambiar días de libertad por trabajo.

Construcción del Canal de los Presos
© Archivo RMHSA / CGT.A
En la provincia de Sevilla se ubicaron once de estos campos: El Colector, en el barrio de Heliópolis, creado en enero de 1.938 para alojar a los presos que iban a trabajar en una obra pública de alcantarillado, construída por la empresa Entrecanales y Távora, actual Acciona. Los Merinales, en Dos Hermanas, donde vivieron los 10.000 represaliados que construyeron el Canal del Bajo Guadalquivir, más conocido como el Canal de los Presos. Las Arenas, en La Algaba, donde "recolocaron" a los mendigos, indigentes, indocumentados y pobres que "afeaban" las calles de Sevilla y donde murieron más de la mitad de los reclusos, de hambre.  La Corchuela (Dos Hermanas), El Arenoso (Los Palacios), Torre del Águila (Utrera), El Puntal (Isla Mayor), Écija, Sanlúcar la Mayor... La lista es amplia y, hasta la fecha, muy pocos de estos lugares están señalizados. El desconocimiento por parte de la población es total.

Un país que desconoce y oculta su historia más reciente es un país sin memoria. Un país sin memoria puede volver a repetir los errores del pasado. La gente que sufrió estos abusos se merece, por lo menos, que la recordemos. No se trata de venganza, ni de resarcimiento. La historia debe ser conocida por todos. Y no sólo la historia contada por los vencidos.

La Junta de Andalucía tiene un listado de Lugares de Memoria Histórica, espacios vinculados a hechos o acontecimientos singulares ocurridos entre la sublevación militar contra el Gobierno legítimo de la II República, hasta la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978, al que tímidamente va incorporando algunos de estos campos de concentración. Esperemos que siga creciendo dicha lista y que se haga un esfuerzo de difusión y señalización de dichos lugares, para que la memoria de estos trabajadores forzados, represaliados por querer defender la legalidad vigente, no quede en el olvido. Se lo merecen.

Fuentes:
http://memorialibertaria.org/content/%C2%BFt%C3%BA-sab%C3%ADas-que-en-sevilla-hubo-cuatro-campos-de-concentraci%C3%B3n
http://www.publico.es/actualidad/campos-concentracion-del-franquismo-andalucia.html
http://www.eldiario.es/andalucia/Campos-concentracion-Andalucia-trabajo-franquismo_0_200530682.html
http://politica.elpais.com/politica/2015/09/02/actualidad/1441192097_268557.html
http://www.juntadeandalucia.es/organismos/cultura/consejeria/dgmd.html

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