jueves, 21 de abril de 2016

Trabajos de mierda

Hablaba de Guindos el otro día de que para reducir el déficit era imprescindible el crecimiento. Que no había otra manera de hacerlo. Y relacionaba, por arte de birlibirloque, el crecimiento directamente con la creación de empleo. Otra historia es la calidad de dicho empleo. Eso, a esta gente, le importa un pepino. O un pimiento, qué más da.

Leo en El Grifo que Juan Francisco sigue, después de 34 días, barriendo la plaza del Ayuntamiento de Carmona, quizás intentando mantener limpia la pisoteada alfombra de su dignidad, harta de desempleo. Y pienso en de Guindos. ¿Qué sabra este tío lo que es estar sin trabajo? ¿O tenerlo y que el salario no te permita ni siquiera cubrir tus necesidades básicas?

Y con estas dos reflexiones, pienso en las tres ofertas de trabajo que he recibido en año y medio que llevo en paro. Ninguna a través del SAE. Quizás debería llamarse SAD (Servicio Andaluz de Desempleo), pero esa es otra historia. La primera prometía. Contacté con un tipo que tiene una empresa de impresión 3D, y buscaba a alguien con mi perfil. Me citó para una entrevista en diciembre. Y allí me planté yo, puntual, con mi camisa limpia. Tras dos horas de conversación, en la que prácticamente tuvo lugar un monólogo sobre lo estupenda que era su empresa, va el tío y me dice: ¿qué me ofreces? Me quedé a cuadros pensando, pero el que ofrecía un empleo, ¿no era él? Total, que después de sesudas reflexiones, le envío un correo con mi "oferta": media jornada, 700 euros, autónomo, tres meses y luego hablamos. A día de hoy, no me ha contestado. Quizás pedí demasiado.

La segunda "oferta" era para una empresa constructora. Se repite, más o menos, el mismo esquema. Tras cuarenta minutos de monólogo, me dice el tipo, treintañero, con su chaleco de PdH y su pelo lleno de Patrico: mándame un mail y dime qué me ofreces. Otra vez la misma cantinela, me digo. Y otra vez me ofrecen un "contrato" de autónomo. Ah, y me dice que en uno o dos meses, si trabajo bien, empezaré a cobrar.

La tercera, estaba más definida. Sólo tenía que decir que sí. La oferta era, sorpresa, de autónomo. El salario, si me cundía el trabajo, unos 900 euros al mes. Si le quitamos la cuota de autónomo, de casi 300 euros, nos quedan unos estupendos 600 €. Todo un capital.

Este es el empleo que se está creando en España. Este es el empleo que crea el crecimiento que de Guindos considera imprescindible para seguir en la senda de la salida de la crisis. Los políticos lo venden como algo positivo, sin entrar en detalles. Mucha gente a mi alrededor me dice que lo coja, que no tengo otra cosa. Los empresarios dicen que no pueden pagar más, que hay que arrimar el hombro. Todos los llaman trabajos. Para mí, honestamente, son trabajos de mierda.

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